Segundo argumento: La movilidad peatonal en la ciudad de Guadalajara

Bajo este esquema de movilidad ecológica, las y los peatones son la punta de la una pirámide que sostiene todo el funcionamiento, afirmación mundial y según el siguiente artículo 73 de Ley General de Asentamientos Humanos Ordenamiento Territorial y Desarrollo Urbano se prioriza al peatón:

 

…el reconocimiento y respeto a la siguiente jerarquía: personas con movilidad limitada y peatones, usuarios de transporte no motorizado, usuarios del servicio de transporte público de pasajeros, prestadores del servicio de transporte público de pasajeros, prestadores del servicio de transporte de carga y usuarios de transporte particular. (Ley General de Asentamientos Humanos, Ordenamiento Territorial y Desarrollo Urbano, s. f.).

 

A partir de estas premisas podemos constatar cómo las estrategias gubernamentales de movilidad están enfocadas prioritariamente a la funcionalidad del acceso peatonal y a la necesidad de los desplazamientos óptimos entre los puntos de conectividad multimodal, es decir al rizoma de conexiones entre el transporte público, priorizando la implementación de ciclovías, que se alimentan de una red de estaciones de bicicletas públicas con una conexión a centros urbanos y a la cercanía de polos habitacionales, estos recaen directamente en la función principal de esta pirámide, en una política de movilidad no motorizada, llamada movilidad activa:

La movilidad activa comprende todos los viajes basados en la actividad física humana, es decir, aquellos traslados que se realizan caminando, en silla de ruedas, usando la bicicleta, patines, patinetas, etc. que pueden servir tanto para mover personas como mercancías (Instituto Metropolitano de Planeación, 2021., p. 59).

De estas afirmaciones, la idea de los territorios y su relación temporal sobre los desplazamientos de la cotidianidad, del que se miden en función del tiempo realizado, nos preguntamos como los recorridos peatonales son motivados por la situación emergente personal de estar en el espacio y del tiempo trascendente para la construcción identitaria, el vivido y su memoria colectiva en el espacio urbano, por lo que necesitamos generar modelos para adentrarnos en los factores de esta motivación, es la que nos interesa, por su trascendencia convergente, y es sobre todo desde la dimensión social de lo cotidiano, a la que hace referencia Miralles:

La vida cotidiana, sus actividades y sus desplazamientos se dan en dos planos distintos, el de la proximidad y el de la distancia. Y ello se manifiesta en los tiempos de desplazamiento, en cada uno de los recorridos que se realizan según los distintos motivos que los generan. (Miralles-Guasch, 2011, p. 138).